El camino de los ingleses

Ayer fuimos a ver “El camino de los ingleses”, la segunda película dirigida por Antonio Banderas: desde el primer plano del metraje me di cuenta de que nos encontrábamos ante un producto pretencioso. Sólo media hora más tarde entendí que -como suele ocurrir en estos casos- el director es demasiado presuntuoso para preocuparse en contarnos algo que nos entretenga. Simplemente, la película es muy aburrida.

Cuenta (si es que algo cuenta, que no estoy muy segura de ello) algunas historias de varios muchachos y muchachas malagueños, cantidad de raros -a mí consiguieron caerme mal todos-, a los que les pasan cosas desagradables y extrañas, y cuyas personalidades no resultan consistentes.

La fotografía, eso sí, es imponente: tanto, que da la impresión de que se está asistiendo a una sucesión de anuncios televisivos, o de vídeos musicales. Sin orden ni concierto.

Aparte de la fotografía, tiene otras cosas buenas (el vestuario, la música, la ambientación), con las que el espectador se da perfecta cuenta de que Banderas ha podido contar con excelentes profesionales, y de que no se ha reparado en gastos. Además, hay las estupendas interpretaciones de Victoria Abril y de Juan Diego, que yo personalmente agradecí mucho, aunque sus dos personajes adolecieran de los mismos defectos que los del resto del elenco. Como es natural, estos aspectos positivos de la película no son suficientes para hacer olvidar el tostón general.

Como no lo es, tampoco, lo bien que cae a la gente Antonio Banderas, un tipo muy simpático que no debería dedicarse a estas actividades tan lesivas. Ahora que tiene tanta pasta debería meterse a productor a tiempo completo y dejarse de artisteo. Porque como actor tampoco es precisamente bueno.

En fin, un asco de película. En serio.

2 comentarios ↓

#1 Arjay on 04.10.11 at 7:10 pm

MXwVlj THX that’s a great answer!

#2 qkxmzek on 04.11.11 at 9:06 pm

lOI72n wbcublcbvfby

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