La muerte no es indolora

En una de esas casualidades que de vez en cuando ocurren, y que hay quien llama “destino”, en 2006 han muerto los dos principales artífices de una de mis películas favoritas, “M*A*S*H” (1970): Ingo Preminger -el productor del film- murió en junio, como ya lamenté aquí, y el lunes pasado murió también Robert Altman, que fue quien dirigió la película.

Altman es desde mi punto de vista una de las personas más interesantes que han hecho cine en toda la historia del -séptimo- arte. Tenía una increíble capacidad para contar historias cautivadoras de una manera inteligente, en ocasiones echando mano de su perverso sentido del humor. Con los años aprendió además a manejar las particularidades técnicas de su oficio, con excelentes resultados en pantalla. También fue capaz de perpetrar algunas cintas bastante aburridas. Nadie es perfecto.

Tenía buenas salidas: antes de las pasadas elecciones presidenciales, afirmó que se mudaría a París si George W. Bush era re-elegido, pero a la hora de la verdad no lo hizo (lo comprendo bien). Más tarde Altman salió con la humorada de que se había referido a mudarse no a Francia sino a París, en Tejas, porque “el estado estaría mejor si Bush no está allí”.

Pero volvamos a “M*A*S*H”, película que a riesgo de ser pesada os recomiendo fervientemente, en esta ocasión además con motivo de hacerle los honores a Altman. Siguiendo mi acostumbrada devoción por la máxima “es bueno instruir deleitando”, os acerco a modo ilustrativo algunas anécdotas relacionadas con la película:

1) Altman afirmaba que “M*A*S*H” fue la primera gran producción cinematográfica en la que se utilizó la palabra “fuck” (joder) en sus diálogos. Concretamente, durante el partido de fútbol que se celebra hacia el final del metraje.

2) Altman evitó deliberadamente cualquier referencia a Corea en el film, con la esperanza de que la audiencia identificase el escenario con Vietnam. El estudio más tarde lo obligó a añadir una leyenda al principio mencionando el emplazamiento real de la historia.

3) La cabecera de “M*A*S*H” contiene la canción “Suicide is Painless” (“El suicidio es indoloro”), con música de Johnny Mandel y letra de Mike Altman, el hijo de 14 años del director. Diez años más tarde del estreno de la película la canción llegó al número uno de las listas del Reino Unido. La serie de televisión utilizó una versión instrumental del tema como cabecera.

4) “M*A*S*H” era el título original de la película de 1953 Battle Circus protagonizada por Humphrey Bogart, un film que también hablaba sobre la vida en una unidad MASH.

5) Durante el rodaje, Donald Sutherland y Elliott Gould (los dos protagonistas) pasaron la tercera parte del tiempo intentando que despidieran a Robert Altman. Éste más tarde comentó que si lo hubiera sabido, habría dimitido. Gould más tarde envió una carta pidiendo disculpas. Altman ha trabajado con él en otras películas. Con Sutherland no volvió a hacerlo.

6) En algunas tomas se ve la luna a lo lejos: en la noche en que esas tomas fueron rodadas, los astronautas estadounidenses aterrizaron en la luna.

Nunca me acostumbraré a esto de la muerte. Por eso me da por darle vueltas como hoy he hecho a los fallecimientos de la gente que me gusta y que no conozco personalmente, para no pensar mucho en que se han muerto.

Hay gente que es una lata que se mueran.

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