Freakies

Hoy he comido con un par de compañeras de trabajo en el VIPs de la madrileña -y conocidísima- calle de Serrano. En la mesa de al lado, pero de muy al lado, vamos, estaba sentado un personaje televisivo que compartía mesa y mantel (es un decir) con otras tres personas. Se trata de el ex marido de la hija de Rocío Jurado… Antonio David Flores, ex guardia civil por su parte.

Nos ha dado por llamarlos “freaks” al percatarnos de su presencia… y a mis compañeras por preguntarme a mí (parece que lo hacen para pillarme en un renuncio) qué demonios quiere decir el término.

Eso les pasa por no ver películas de Woody Allen. Yo me entiendo: Les he explicado lo que significa el vocablo, tradicionalmente. Por si no lo sabéis, un “freak” ha sido siempre un fenómeno de feria, un personaje estrafalario por cualesquiera circunstancias. “Sin embargo,” les he dicho, “un freakie, tal y como lo empleamos aquí y ahora, es más bien un tonto especializado.”

Ha sido un trozo de buena conversación… Afortunadamente, me ocurre a menudo. ¿Seré una freakie del diálogo?

Maybe.