No, no voy a hablar de Camps. Se trata de algo más irritante para mÃ, por lo cotidiano y porque me afecta directamente, y de una gravedad diferente.
Sé que la mayor parte de los que leáis esto no me vais a creer. Lo tengo asumido. Con que se lo crean tres, tengo bastante.
Pues veréis: tengo visto y comprobado que en los sitios a los que voy a comer o a tomar copas, cerca de mi trabajo (alrededores de la plaza de Colón de Madrid), ocurre un fenómeno paranormal. Es el siguiente: yo lo llamo el “sÃndrome del acompañante con traje”. Lo creáis o no, cuando voy a dichos establecimientos en compañÃa femenina (en general con buen aspecto, chicas limpias, guapas y bien vestidas), los camareros optan por no hacernos caso. Prefieren atender, antes que a nosotras, a cualquier señor con traje, aunque haya llegado más tarde que nosotras.
Una vez que hemos conseguido, a pesar de ser mujeres, ser atendidas, siempre recibirán mejor cuidado y servicio los señores con traje.
Chicas, donde quiera que vayáis, no olvidad llevar con vosotras a un señor con traje.
El otro dÃa vino a verme al trabajo Ãngel, mi chico, que tenÃa una reunión al lado. Lo llevé a un sitio muy fino al que suelo ir con mucha frecuencia, y donde siempre me pasa lo relatado. Le dije: “a mà me cuesta Dios y ayuda que me hagan caso, asà que como vas con traje, te pido que me hagas el favor de pedir un par de cafés.” Milagro: ipso facto, vino alguien a atendernos. “Menos mal que vengo con un señor con traje”, le dije, “porque si no, la media son quince minutos de bamboleos con los brazos”. ¿En serio? SÃ, en serio.
Muchas veces, con frecuencia, si en lontananza no hay ningún señor con traje, se atiende antes que a nosotras a cualquier señor, con la pinta que lleve.
¿No os lo créeis? Qué suerte tenéis.
18 comentarios ↓
Me lo creo, Belén, me lo creo. Hace un par de años, y después de muchos de no pisar Madriz, un mi hermanillo y yo paramos a tomar un aperitivo en el Ritz (por ver la cúpula ésa, que a él le gusta). Nos atendieron dentro de la normalidad -éramos dos hombres cuasiprovectos, barbudos, con ropa de verano, sin chaqueta, manga corta,…-
PERO ….
a la hora de pagar, ni puto caso el mismo camarero que nos habÃa puesto las birras. Tras unos 20 minutos, llamé a una camarera que pasaba por allÃ, le dije que si no me cobraba en el acto me iba sin pagar, y como mujer que era y con cara de inteligente, me cobró sobre la marcha.
Para estos casos, hay dos soluciones:
a) pedir la hoja de reclamaciones y amenzar con llamar a la poli si no te la dan en el acto;
b) no volver por allà ni por un sitio pijo, especialmente si es en Madriz (ese tipo de experiencia sólo me ha pasado allÃ, no en otras ciudades).
En general, negocio que atiende mal a sus clientes no merece que le compren, salvo que se sea masoca, claro.
Sé feliz.
SÃ, nene, todos los dÃas en todos los bares, tabernas y restaurantes, pidiendo la hoja de reclamaciones. ¡Menudo panorama!
Soyez heureux vous aussi, mon ami.
¿En eso me he convertido, en un señor con traje? Con lo que yo he sido.
Eso del machismo tan descarado yo antes no me lo creÃa, pero desde que empezé a fijarme (debe ser por la época de mi primer traje) he ido viendo que etsá extendidÃsimo. Y no sólo en situaciones como esa. Recuerdo una reunión con una experta en navegación por satélite marroquà y sus colegas y gente española que yo coordinaba. Los españoles (que deberÃan ser algo menos machistas en teorÃa) se dirijÃan todo el rato a los hombres, que no tenÃan ni puta idea de lo que hablaban, Salma (la mujer) contestaba y los hombres marroquÃas repretÃan como si se le hubiese ocurrido a ellos. Entonces los españoles de nuevo se dirijÃan a los hombres y vuelta a empezar. Finalmente salieron todos tan ufanos del gran trabajo que habÃan hecho, como un grupo de machos babuinos paseando sus atributos; sin el mÃnimo reconocimiento a la única persona de la reunión que realmente habÃa aportado algo.
Y como esta, a patadas.
Un beso, Señor-con-traje.
Coño, con razón me acabo pirando de los garitos porque no me atienden…
Haz como yo y cómprate un traje. En el semáforo que vendo la farola me miran raro, pero en los bares me sirven echando chispas.
[…] El sÃndrome del acompañante con trajewww.elportaldebelen.info/2009/05/28/un-senor-con-traje/ por kattalin hace pocos segundos […]
Pues a mi no me atienden ni cuando voy con traje, y eso que voy siempre limpio y los trajes son buenillos. Mi record es 15 minutos solo apoyado en una barra tras la que habia dos camareros de palique.
JG, mÃrate eso, que ahà hay algo raro.
Póngase en el lugar del camarero, que fácil es criticar los toros desde la barrera.
Pues explÃquese, joven, a ver a qué se deben esos distingos que hacen algun@s de su gremio.
Parece que en el “menéame” me están tomando por una pija de tomo y lomo…
Con respecto a la experta marroquÃ. Los españoles debÃan de haber tratado con anterioridad con marroquÃes y tenÃan experiencia. No se dirigÃan a la mujer porque no les iban a hacer caso. Se dirigÃan a los marroquÃes para que ellos hablaran con la experta.
Lo digo pro experiencia, que una amiga, ingeniera industrial, cuando tiene que ira alguna fábrica en amrruecos, va acompañada de un capataz marroquà para que él dé las indicaciones a los trabajadores, que si no no hacen caso.
Está bien que intentes entenderlos caramiñana, pero me temo que estos tipos de marroquÃes no entendÃan un pijo, de hecho el que tenÃa experiencia con ellos soy yo. Simplemente son asà de machistas. Es verdad que en marruecos son algo más casposos pero en general en el mundo árabe y musulman muchas mujeres tienen gran respeto profesional. Conozco directoras de organismos públicos en Argelia, Siria, Mali, y Jordania que recuerde ahora.
Pero igual he hecho mal en poner el ejemplo justo de la marroquà porque en realidad lo que querÃa apuntar era el comportamiento de los españoles (lo que no disminuye ni justifica el de los otros). Todos los dÃas en el trabajo veo cómo en las reuniones hay gente que a las mujeres les presta menos atención, o comentarios como que una chica se lleva a una reunión por el “factor estético”. Y si echamos mano de las estadÃsticas se confirma el machismo laboral en España: las mujeres ascienden menos y cobran menos a igual puesto.
Por cierto, que seguro que lo mismo les pasa a esas directoras que mencionada del mundo musulmán
Oye, pues estaré en Madrid en breve, voy a hacer el experimento.
Hola Belén. Soy el tipo que entró un dÃa por aquà buscando a su alter ego el capitán Haddock, y te encontró a tÃ. A veces vuelvo para asegurarme de que sigues bien.
Para tener 40 años ¡Felicidades atrasadas! Observo que te conservas muy adolescente. Muy progre-naif, lo cual forma parte de tu encanto.
El señor con traje que es favorecido por los camareros seguro que hace buen gasto (rioja, escocés, jabugo) y sobre todo nunca se lleva el cambio, cosa que La Mujer Moderna (café con leche, zumo, agua) no olvida jamás. Los camareros son a veces muy profesionales, especialmente en los sitios buenos y suelen saber perfectamente a que clientes deben distinguir.
Considerando lo rápida que eres etiquetando (pobre Múgica), asumo que voy a salir de aquà pingando. Prometo empero no enfadarme. Te robo un beso.
Hola, Captain. Gracias por tu comentario. Un beso.
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