¿Cómo estamos?

Oye, cuántas cosas pasan. Demasiadas para mi lento ritmo neuronal, me refiero al que sobrellevo últimamente. Que si la caza del Bermejo, que si las elecciones en Galicia y en Euskadi, que si el lapsus (el “lapus”, dice Ángel) de Zapateiro, en fin. Como siempre, ya sé. Si no dejo de darme cuenta de todo. Incluso de la paliza que le dio el otro día el Atleti al Barça, que por una vez -y espero que por lo menos una semana más- me cae simpático (¿qué diría de esto mi abuelo Gonzalo, tan atlético él?).

Lo que pasa es que ando liada. Con unas cosas y con otras. Todas mis inquietudes las dejo en el Facebook, feisbuc para nosotros, que me permite explayarme a trocitos, sin ponerme a escribir nada demasiado complicado.

Pero de todo me apetece opinar, y todo el rato. De hecho, lo hago, en casa y en la intimidad, como Aznar fingía que hacía con el hablar catalán. Sólo que lo mío es cierto.

Tengo ganas de escribir algo sobre esto, y sobre aquello, desde hace tiempo. Son cuentas pendientes que tengo con el blog. Me pasa mucho: esta mañana me he enterado de que se ha hecho una versión cinematográfica de una de mis novelas preferidas, el “Ensayo sobre la ceguera” del gran Saramago. Y he sabido que al autor del libro le gusta. Eso quiere decir que ya tengo al menos cinco películas que ver pero-ya. Eso no me pasa mucho.

Estoy algo preocupada. Es evidente que paso una etapa algo apática. Pero -no te preocupes, Ángel- no es para tanto la cosa. Las he pasado mucho peores. Simplemente, se trata de un tiempo seguramente breve en el que me cuesta mucho hacer cualquier cosa que no reporte una recompensa inmediata. Inmediatísima, quiero decir.

Me doy cuenta de que no hago más que hablar sobre mí misma todo el rato. Os pido excusas, pero también comprensión. A veces una necesita utilizar su espacio -el internáutico en este caso, pero el que sea en general- para contar simplemente lo que le ocurre. Está mal, seguro, pero me hace falta.

Por lo demás, todo bien. O más o menos bien. Lo mío de película, pero lo de Santi no muy bien, lo de Guarocuya regular, o sea que siempre hay alguna preocupación que me ronda. En esos momentos en los que empiezas a coger el sueño, ¿sabéis a lo que me refiero?

Bueno, chicos, so sorry por el rollo. Seguro que a la próxima cuento algo que os interese. O no, vaya usted a saber. Haré lo posible.

7 comentarios ↓

#1 Fétido on 03.05.09 at 2:03 am

Pues nos vemos entonces.

#2 Belen on 03.05.09 at 10:34 am

Si no nos vemos antes.

#3 Gracchus Babeuf on 03.05.09 at 5:50 pm

¡Que sospechosas intimidades mantienen ustedes dos!

#4 Belen on 03.05.09 at 6:23 pm

¡Maledicente!

#5 Iñaki on 03.09.09 at 10:25 pm

A mi no me importa que hables de ti misma mujer, al contrario, hasta me gusta.

#6 Mercedes on 03.09.09 at 11:16 pm

A mi tampoco me importa, casi diría que eso nos humaniza en un medio como este: el virtual.

Besos,

Merche

#7 Belen on 03.10.09 at 10:25 am

Uy, qué majos sois. Así da gusto.

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